Se acentúa el negativo impacto de la sequía sobre la hortifrutícultura

Durante 2022 el nivel de las precipitaciones fue absolutamente deficitario con relación a los promedios históricos.

En la estación meteorológica de INIA Las Brujas se registraron en todo el año 655 mm cuando el promedio histórico es de 948 mm.

Este pronunciado déficit se agravó en el segundo semestre en el que apenas se registraron 234 mm, acentuando la situación de sequía instalada.

En lo que va de 2023 no ha mejorado el panorama en absoluto, ya que en los meses de enero y febrero las precipitaciones apenas superaron los 60 mm.

Esta situación ha sido tan excepcionalmente perjudicial para el sector hortícola que, aunque se ha producido una masiva incorporación de riego, las fuentes de agua no soportaron los niveles de demanda sin precedentes, con el consiguiente impacto negativo sobre los rendimientos y la calidad de las cosechas.

En cuanto a precios, los valores mayoristas que se generan en la UAM por el libre juego de la oferta y demanda son fácilmente influenciables, ya que un bajo nivel de oferta, como está ocurriendo en estas semanas en diversos rubros, rápidamente se traduce en alza de precios y viceversa.

De la magnitud de la escasez depende la magnitud del incremento de precios y este año, producto del sostenido déficit hídrico, se espera una fuerte escasez de algunos productos y, por ende, una fuerte suba de sus precios. 

Dado que la producción nacional de frutas y hortalizas tiene como principal destino el mercado interno, la realidad de oferta relativamente escasa tendrá impacto alcista directo sobre el precio de algunos rubros y la magnitud y duración de este fenómeno dependerá de la reposición de la oferta.

El ingreso de productos importados para complementar la producción nacional en escenarios de oferta escasa y/o con problemas de calidad es una práctica frecuente.

No obstante, esto no necesariamente implica baja de precios, debido a que los costos del producto en los países en los que se consigue sumados al costo de importación y los márgenes que justifican la transacción, generalmente terminan determinando un piso de precio alto.

Estas condiciones generan fuerte presión en frontera para el ingreso ilegal de partidas de frutas y hortalizas, con consecuencias negativas no sólo desde el punto de vista comercial sino también de la amenaza que esto implica para la sanidad de la producción nacional.

El mes de febrero de 2023 mostró un Valor Kilo Canasta[1] con un fuerte incremento. Tal como se observa en el gráfico, este indicador alcanzó 51,0 $/kg, mostrando un aumento de casi 17% con respecto al VKC de enero.

El valor alcanzado en febrero es el máximo en 9 años (comparado en valores constantes) y se remonta a febrero de 2014, cuando el VKC llegó a 54 $/kg.

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Las semanas que han transcurrido del mes de marzo, parecieran indicar que una vez cerrado el mes y de mantenerse la actual tendencia, tendremos un nuevo máximo en el indicador del VKC.

Es importante destacar que, si bien varios rubros de gran relevancia en la canasta de consumo de los uruguayos tienen escasez de oferta como consecuencia de la sequía, hay otros tantos que o bien tendrán oportunidad de recuperación o bien escaparon a los efectos de este terrible fenómeno meteorológico. Por ello es importante hacer un fuerte énfasis entre los consumidores para que este año estén atentos a:

  • Los productos de comunicación que recomiendan qué fruta y hortaliza comprar y cómo aprovecharla, tales como las recomendaciones de las redes sociales de la UAM y la lista inteligente (UAM – MGAP).
  • Reducir la expectativa de calidad de los productos en cuanto a tamaño de las piezas y otros aspectos estéticos de color de piel, forma, etc. ya que estos no alteran en lo más mínimo la calidad nutricional y el sabor del producto.
  • Identificar y preferir comercios de frutas y hortalizas que realicen promociones, tengan precios más convenientes y ofrezcan información al consumidor.

A continuación, se analiza la realidad individual de algunos rubros particularmente afectados y se comentan las principales consecuencias observadas y lo que se espera en el corto y mediano plazo.

Manzana

Si bien su abastecimiento no representa un problema inmediato, los precios comenzaron a escalar en forma importante pese a que estamos en época de plena cosecha. Además, este año habrá predominio de calibres (tamaño de la fruta) chico y mediano y con problemas de quemado de sol y poco sobrecolor rojo en la piel, aunque en general con buen sabor. Algunos productores mencionan que la producción en general de este rubro se ha reducido a menos de una tercera parte de una cosecha normal. También se temen efectos de largo plazo en las próximas zafras por el daño que están sufriendo los árboles por la sequía.

Pera

Una situación similar a manzana, sin problemas de abastecimiento (la cosecha acaba de finalizar), aunque los precios ya están en valores relativamente altos. También al igual que manzana este año va a predominar fruta de tamaño chico y mediano y con problemas de quemado de sol, pero con muy buen sabor.

Carozo

Dado que la cosecha de la mayor parte de las variedades producidas en nuestro país se concentra más hacia la primavera y comienzo del verano, no se vieron efectos de gravedad en el grueso de la producción, salvo en el menor tamaño de las frutas, pero con sabores intensos y dulces, al menos para variedades muy tempranas, tempranas y de estación; las tardías mostraron algún prejuicio mayor.

Uva

Si bien se observó un cierto efecto en la reducción de la cosecha, hasta el mes de febrero los precios eran relativamente bajos y la calidad de la oferta muy buena. Esto está relacionado tal vez con el destino de doble propósito de una de las variedades más consumidas como uva de mesa, la Moscatel de Hamburgo.

Papa

Se anticipa la oferta reducida de papa hasta mitad de mayo, dependiendo del desarrollo de los cultivos de otoño que viene evolucionando de manera compleja. En la medida que los precios se disparen al alza, es un rubro de relativa facilidad para conseguir en la región e importar.

Tomate

Este rubro va a presentar faltantes puntuales hasta el comienzo de la zafra del Norte en mayo, porque el Sur no ha tenido una buena zafra ni con cultivos de invernáculo ni de campo, por lo que no se dispone de abastecimiento abundante de partidas de calidad. Las altas temperaturas de los últimos días han afectado el cuajado, desarrollo y maduración de frutos, agravando la situación de déficit hídrico.

Cebolla

La cosecha de cebolla este año fue reducida, lo que hace que – si bien estamos aún cerca de la cosecha y por eso no hay problemas de abastecimiento a esta altura del año – se anticipa un escenario de oferta relativamente reducida y precios altos, al menos hasta el mes de octubre de 2023, cuando comience la cosecha de la nueva zafra con partidas del litoral Norte.  

Zanahoria

La normalización de los niveles de oferta en cantidad y calidad recién se produciría a partir de mitad de año y eso sólo en caso de que se produzca una normalización de las condiciones meteorológicas en las próximas semanas y sobre todo en el régimen pluviométrico. El ingreso mensual a la UAM en 2022 fue de alrededor de 1.800 toneladas, pero febrero de 2023 cerró con ingresos de menos de 1.300 toneladas y con mayor proporción de partidas con problemas de calidad. Aunque se verificó el ingreso de algunas partidas de zanahoria importada de la región, esto no determinó una reducción en los precios, ya que al ser muy poco volumen, los valores siguieron al alza.

Boniato

La cosecha de boniatos estaría también sufriendo el impacto de la sequía, con la consecuente reducción en los rendimientos totales y especialmente de raíces con calibre grande.

Si bien los precios no se han percibido como excesivamente altos, esto se debe a que no se produjo la baja que habitualmente ocurre en el período de cosecha (especialmente cuando esta última zafra mostró precios altos para este producto). De todos modos, los valores muestran guarismos sensiblemente por encima de los precios históricos para esta época del año.

Zapallo Kabutiá y Calabacín

En el caso de los zapallos, por tratarse de productos que se encuentran en plena cosecha, la tendencia en los precios es a la baja y seguramente dicha tendencia se mantenga en el corto y mediano plazo. Seguramente en el otoño comenzaría a verificarse una tendencia ascendente.

 

[1] Indicador elaborado por la UAM que permite comparar la evolución de la canasta frutihortícola mayorista y que se calcula como el promedio de los precios de las 30 principales frutas y hortalizas que explican más del 95% del volumen consumido en nuestro país, ponderados en función de su oferta.

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